¿Cómo guardar la Albahaca?
La albahaca es una hierba culinaria característica del verano. Además de por su uso culinario, se conoce por su eficacia como repelente de insectos y sus propiedades curativas. A tal fin se usan las hojas y las flores.
Se usa fresca en la cocina, seca para infusión y, en uso externo, en maceración, compresas, lociones, champús y como aceite esencial.
Para secar la albahaca: Antes de comenzar a secar la albahaca, debes seleccionar las hojas que estén en mejor estado y lavarlas. Evita las hojas marchitas o manchadas. Luego las secas con papel de cocina.
Ata varias ramitas de albahaca con un hilo y dejalas en un lugar donde circule el aire. Deja que la albahaca se seque al aire durante 1-2 semanas. Una vez que las hojas se rompan fácilmente al tacto, están listas.
Otro método para secar la albahaca consiste en el horno. Para ello tendrás que lavar varias hojas de albahaca, secarlas con papel de cocina y luego colocarlas en una bandeja para horno.
Introduce la bandeja en el horno precalentado y deja que la albahaca se seque durante 1-2 horas. Controla el proceso para evitar que las hojas se quemen.
Para congelar las hojas de albahaca enteras: Lávalas y sécalas con papel de cocina o un paño y mételas en una bolsa y guárdalas en el congelador.
Las hojas se encogerán y algunas se partirán, es decir, al descongelarlas nunca quedarán como una hoja fresca ni mucho menos, pero no pasa nada si después las vas a triturar o utilizar en recetas donde no importe su textura.