La menta, además de su rico aroma, tiene propiedades descongestionantes, estimulantes y antisépticas además de sus tantos usos culinarios tanto para bebidas como comidas dulces y saladas.

Se usa mucho para refrescar en días de calor poniendo sus hojas en agua o en alguna limonada. También las puedes conservar en cubitos de hielo que cuando se derriten liberan la menta.

Tips para guardarla

Encima del mesón en un vaso con agua, como si fuesen flores. Recuerda cambiar frecuentemente el agua.

En el refrigerador en un vaso con agua con una bolsa plástica encima cubriendo las hojas.

Lavadas enrolladas en una toalla nova húmeda (no muy mojada) en una bolsa ziplock o contenedor sellado.

Las puedes congelar enteras. Pones las hojas en una bandeja en el congelador y cuando ya están congeladas las pones en una bolsa ziplock.

También las puedes secar para luego usar de té. Cuelgas el atado hacia abajo en un lugar fresco y oscuro. Luego lo guardas en una bolsa de papel.